En un Salón del Automóvil, ya es costumbre que cada marca dedique un rincón exclusivo de su stand a su división de vehículos de aspiraciones deportivas. BMW no es la excepción. En un pabellón exclusivo para las marcas del grupo, podíamos encontrar hasta doce unidades del BMW Serie 1 o los interesantes BMW i3 y BMW i8 y un lugar destinado a sus modelos más deportivos.
En un lado del stand, toda la gama M que ha puesto a punto la división Motorsport de BMW. Era fácil de encontrar. A unos tres metros de altura se encontraba el primer M5 de la historia, un E28 de 1984 y justo detrás el recién llegado, un M5 F10 en un discreto color gris. Todo un reclamo para acercanos y contemplarlo de cerca.
En directo supera las expectativas
Sobre el suelo, dos unidades del BMW M5, una blanco y otra en azul, precisamente los colores de la bandera de Baviera y que estan presentes en el logo de la marca ¿casualidad o marketing?. Las modificaciones exteriores respecto a un Serie 5 normal son evidentes. Principalmente, afectan al faldón delantero – sin faros antiniebla – y trasero – con difusor entre las dobles salidas de escape- y unas branquias ya caracteristicas con la serigrafia M5. Un discretisimo spoiler en la tapa del maletero remata la zaga del coche.
Las preciosas llantas opcionales de 20” dejan entrever unos enormes discos de freno perforados con las pinzas pintadas en azul. Bajo mi punto de vista, conjuga a la perfección la elegancia de una berlina pero con detalles que te están diciendo que es el más brutal de toda la gama. Al verlo en directo, impresiona y casi enamora.
El interior sigue la línea clásica de BMW pero con serigrafias M en volante – con costuras azul y rojo – y cuadro de instrumentos que te recuerdan dónde estás montado. También podriamos fijarnos en el pomo de cambios de la caja M DKG de siete velocidades. Para los más despistados, el velocímetro está tarado en los 330 km/h.
Los asientos deportivos merecen un capítulo aparte. No tienen la dureza de unos baquets ni la comodidad de los sillones de un Clase S pero reunen las cualidades de ambos. Los pétalos situados a diferentes alturas permiten ajustarlos para dar unas vueltas en Nürburgring o para afrontar un viaje de 500 Km sin perder un ápice de sujeción en un caso o de confort en otro.
Berlina y deportivo, todo en uno
Ya indicamos los datos técnicos cuando hace tres meses BMW anunció éste modelo pero no viene mal un pequeño recordatorio. Cuando abrí el capó en Frankfurt sólo pude exclamar qué barbaridad al pensar lo que escondía esa tapa de plástico con la M de Motorsport. Un 8 cilindros 4.4 Twin Power Turbo con un par de 680 Nm que rinde 560 CV.
560 CV¡ ¿nos estamos acostumbrando a ver tal nivel de potencia en una berlina? Para hacernos una idea, un Lamborghini Gallardo tiene sólo 10 CV más y la nueva gama de camiones Mercedes Actros comienza en 421 CV. Realmente, las sensaciones deportivas están aseguradas aún rozando las dos toneladas de peso.
¿De qué prestaciones estamos hablando? 4,4 segundos en el 0-100 km/h y 13 segundos en alcanzar los 200 km/h. Velocidad limitada a 250 km/h aunque con el M Driver’s Package – 2.450 euros – alcanza los 305 km/h. Un auténtico deportivo que tal y como indicaba en el título sólo es aprovechable en un circuito o en un tramo sin limite de velocidad de una Autobahn.
En cuánto a dinámica, dispone de un diferencial M Activo y los amotiguadores están regulados electrónicamente. El conductor puede seleccionar entre varios programas de cambio y suspensión, que además afectan al modo de funcionamiento del motor, dureza de dirección y el modo del DSC. Ahora todos los parámetros se pueden memorizar mediante los botones M Drive del volante para tener dos configuraciones predefinidas y basta con el conductor las seleccione directamente para que se apliquen.
Frente a sus rivales
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero necesarias. Mirando a sus rivales Alemanes, el Mercedes E 63 AMG rinde 525 CV y sus prestaciones son parecidas ya que hace el 0-100 km/h en 4,5 segundos. El recién presentado Audi S6, queda un poco alejado, tiene 420 CV y alcanza los 100 km/h en 4,8 segundos. Eso sí, sospecho que la futura versión RS que será realmente el rival directo delBMW M5 lo igualará o incluso superará.
En los tres casos hablamos de motores V8 biturbo pero todo esto es teoría. Tendriamos que probarlos a fondo en un circuito para saber cuál de ellos es mejor. Como se suele decir, el peor dádmelo para mí, aunque reconozco que estéticamente el BMW M5 me ha encantado. ¿Qué os parece a vosotros?