Nacido del chasis de un sedán de representación y el motor de un superdeportivo.
BMW está de celebración. Se cumple el 30 aniversario del M5, todo un icono de las berlinas de altas prestaciones. Cuando a comienzo de los años ochenta los ingenieros de BMW Motorsport GmbH se pusieron manos a la obra para preparar una versión deportiva de aquella segundaa generación del Serie 5, no dudaron ni un momento en la elección del motor que mejor se adaptaría a este coche, el anteriormente utilizado por el M1.
En aquella época, a mediados de los años ochenta, la berlina de lujo deportiva se convertiría en un nicho no tan lucrativo como necesario para promocionar la imagen deportiva de lo constructores alemanes. Y desde entonces, el BMW M5 ha seguido adaptándose a los nuevos tiempos que le ha tocado vivir, utilizando la tecnología puntera de cada momento, pasando de seis a ocho cilindros, de ocho a diez, y regresar de nuevo a ocho cilindros pero, eso sí, con la sal y la pimienta del turbo.
Sirva este repaso gráfico a su historia de homenaje a una de las referencias de la berlina deportiva.
BMW M1. Para BMW, el padre de todos los M es y seguirá siendo el M1. De hecho, hasta los años noventa, todos los M seguirían equipando un motor de seis cilindros en línea derivado del primogénito de esta próspera saga de deportivos.
BMW M5 E28 (izquierda) y BMW M5 E34 (derecha), junto con un flamante BMW M1 en segundo plano.
BMW M5 E28. En 1985 nacía el primer BMW M5 y este era su aspecto. Aquella primera generación apenas se mantuvo en los concesionarios durante tres años, más que suficiente para causar sensación y generar la expectación de una segunda generación.
Seis en línea. Aunque en los últimos años los M hayan utilizado ocho y hasta diez cilindros, la tradición de la marca dicta que se utilice un seis en línea como el de este E28.
BMW M5 E34 y M5 E34 Touring. La segunda generación no solo supuso una notable actualización estética, sino también el estreno del primer M5 con portón trasero, el M5 Touring.
El seis cilindros del E34. En seis años de comercialización, el E34 pasó de un seis en línea de 3.6 litros a 3.8 litros.
E34 Ring Taxi. En 1992, mientras Barcelona celebraba las Olimpiadas, un E34 hacía de “taxi” en Nürburgring.
BMW M5 E39. En 1998 llegaba una nueva generación de BMW M5, la tercera de la historia y la primera que estaría concebida para comercializarse en grandes números.
El V8 del BMW M5 E39. Entre otras cosas, este M5 se fabricaría en la misma línea de producción que el resto de modelos de la Serie 5, aunque su motor, el primero de ocho cilindros en uve, se produciría en un departamento específico para motores de altas prestaciones de la factoría de Múnich.
Esencialmente, el E39 M5 heredaba la base del E39 540i, con numerosos refuerzos en chasis y transmisión para merecer lucir el emblema de M GmbH.
BMW M5 E60. Y en 2005 llegaba la cuarta generación del BMW M5, el primero y único que se comercializaría con motor de diez cilindros. De esta generación se llegarían a vender más de 20.000 unidades, una cifra nada desdeñable para un coche de estas características.
Williams y BMW en la Fórmula 1. En aquellos años BMW aún explotaba sus mejores momentos en la Fórmula 1 en asociación con Williams.
BMW M5 Touring. En 2007, BMW tuvo la feliz idea de retomar la opción de la variante familiar, de tipo Touring, de su flamante BMW M5 de diez cilindros. Durante la anterior generación ya habían coqueteado con esta posibilidad y con la cuarta, por fin decidieron que era el momento oportuno de lanzarlo. Su llegada a los concesionarios se retrasó dos años con respecto al sedán y sus ventas, obviamente, fueron más discretas. De los más de 20.000 M5 E60 producidos, tan solo unos 1.000 se correspondían con el Touring.
Un deportivo lleno de contradicciones. Las prestaciones del Touring eran equiparables a las de su homólogo sedán. Indudablemente BMW comprendió que había un nicho de mercado que no quería que se les escapase, el del familiar ultra-deportivo, la bestia de Autobahn. En definitiva, prestaciones de infarto y un espacio de carga que podía alcanzar un volumen de 1.650 litros abatiendo asientos. Casi nada.
BMW Concept M5. BMW no quiso marear demasiado al personal. Aquel prototipo del M5 F10 apenas dejaba margen a la imaginación y los cambios con respecto al modelo definitivo serían realmente pocos.
BMW M5 F10. Y en 2011 llegó la quinta generación, más potente que nunca, con 560 CV de potencia, mucha tecnología, cambio de doble embrague, Launch Control y conveniencias tales como un equipo de entretenimiento y navegación muy avanzado e incluso un sistema de parking automático.
El emblema M5. Hay pocos emblemas más característicos y reconocibles en la industria del automóvil que una eme con dos franjas azules y una roja.
BMW M Performance. Y si esas franjas en diagonal se dibujan sobre la carrocería blanca de un BMW M Performance, aún mejor.
El regreso de los ocho cilindros. Por la necesidad de un motor más eficiente y a la vez potente y versátil y sobre todo por los avances y las mejoras que se han producido en la tecnología de BMW, el último M5 regresó a los ocho cilindros, condimentados, eso sí, con la tecnología Twin Scroll Turbo y VALVETRONIC.
BMW M5 y BMW M6 Competition Package. Como siempre existe algún cliente exquisito que no queda del todo satisfecho con una berlina deportiva de altos vuelos como esta, BMW inició el pasado año la comercialización del paquete Competition Package. Un pequeño extra de potencia (575 CV), un chasis más radical y rebajado un centímetro y llantas de 20” exclusivas para poner la guinda del pastel.
Frenos cerámicos. Cuando conduces una bestia con 600 CV y cerca de 5 metros de longitud, equipar frenos cerámicos no es solo una gran idea, sino en muchos casos una necesidad, especialmente si quieres obtener todo su rendimiento en circuito.
30 Jahre M5. Y coincidiendo con el 30 aniversario del BMW M5, llegó la bestia. Con 600 CV, esta serie limitada no solo lo convierte en el M5 más potente jamás comercializado, sino también en el BMW de calle más potente de la historia.